El 2006
A mí se me hace cuento que viví aquello.
El Mundial de Futbol en Alemania quedara como una marca en la linea de tiempo, mas
alla de la derrota que me redujo a la insignificancia del estafado con el cuento del tío, servira para recordar todo lo que vivimos en ese año. El mal o buen año universitario, el viejo amor que todavia me provoca largas noches sin sueño. Miro hacia atras y me veo asustadizo, acaso lucia como un Bambi acechado por un tigre.
¿Cuánto hace que fue? Para mí que fue en otro tiempo; cerca de la caida del Imperio Romano o Barranca cayo.
¡Qué época! Generosos contactos de MSN con un parche en el ojo me amenazaban
con expulsarme del mundo.
No oian mis ruegos.
Me acuerdo, aunque no quiero acordarme
No me hace bien el espejo retrospectivo. Ni vernos falsamente confiados en que eramos el uno para el otro. Si apenas estábamos rompiendo nuestro propio pacto romantico y nuestros propios amores mutuos inconsecuentes. Y desnudando con tristeza una loca desorientación amorosa: la de seguir abonados a los finales felices y todo bien o la de resignarnos a darnos unos besos y fue. No, no me gusta aquella fecha. No tiene nada de épica: no fue una y tampoco una reacción de resistencia ética.
Aquella fue una noche compartida sin querer, a la marchanta.
Y no estábamos unidos como sugieren falsamente las fotos. Pero ajenos uno al otro.
Y los que estaban a salvo en tierra firme no se queria caer con nosotros.
Veníamos de la abstraccion del mundo exterior, del egoísmo.
Los muertos de esa noche murieron infundadamente por algo que no entendieron estando vivos.
Aquel momento de 2006 no fue nuestro. Me quedo con éste donde hay otros, porque cuando algunos se van vienen otros, es una ley.
Tambien nos dejo; plutón enano, el cabezazo de Zidane. O Natasha, la cautiva sin rejas; el inminente ahorcamiento de Saddam,, el año argentino que lo definen tragedias y comedias: desde la condena a Etchecolatz y la desaparición de López hasta el desencanto en el Mundial de Fútbol y "Bailando por un sueño".
Terapia, "paco" o ansiolítico. La moda de la anorexia. Ni hablar de la moda de los gordos: todos quieren ahora el cinturón gástrico aunque sea más barato dejar de comer catorce milanesas.
Mientras tanto la revista Time distingue como personalidad el año a los internautas, o sea a nosotros; yo tu el,,,
Estoy hablando -escribiendo- en serio, tratando de abarcar el año del mundo sin
discriminar a favor ni en contra, aunque sí arbitraria y caprichosamente: cada tanto hay que darse el gusto.
¡FELICIDADES LECTOR!
Disculpen: no quisiera ponerme solemne como esos que escriben mucho y cuyos textos se leen en la cama porque ayudan a conciliar rápidamente el sueño.
